¿Qué es el amianto?

 

El amianto (o asbesto) es un producto mineral de gran durabilidad y reducido coste. Se encuentra de forma natural en formaciones rocosas en diferentes zonas del mundo. Está formado por un conjunto de haces de fibras minerales sólidamente unidas muy resistentes al calor, abrasión y tracción. Estas características han hecho que sea un material ampliamente utilizado en productos de gran consumo, en la industria y en la construcción. Las fibras de amianto utilizadas comercialmente pertenecen a dos grupos mineralógicos: Las serpentinas (que incluyen el crisotilo o amianto blanco) y los anfibioles (que incluyen la crosidolita o amianto azul y la amosita o amianto marrón entre otros).

 

¿Para qué se utiliza?

 

Ha sido utilizado como material de aislamiento acústico y térmico, en instalaciones industriales, edificios y acabado de fachadas, mantas y tejidos aislantes, tabiques ligeros o tejados. Por su resistencia a la fricción se ha empleado en pavimentos de vinilo, masillas y sellantes, pinturas impermeabilizantes, pastillas y zapatas de frenos, así como en productos de fibrocemento como persianas, tuberías y algunos elementos de jardinería y decoración.

 

Actualmente el uso del amianto está prohibido en la mayoría de los países industrializados, pero aún se utiliza en algunos países en vías de desarrollo. En España, en el año 1984 se regulan los trabajos relacionados con la fabricación de productos que contienen amianto así como las operaciones de demolición y mantenimiento. Desde junio de 2002, cumpliendo con la Directiva de la Unión Europea sobre el amianto, se prohibió la fabricación de productos que lo tuviera incluido, por lo que muchos de los edificios y elementos industriales construidos en fechas anteriores aún contienen elementos de amianto.

 

¿Por qué es peligroso? 

 

El amianto está formado por haces de fibras que pueden separarse con facilidad en fibras cada vez más finas, hasta llegar a fibrillas de tamaño microscópico. Los productos que contienen amianto no presentan  riesgo para la salud si las fibras permanecen fuertemente unidas, pero pueden ser perjudiciales si los materiales se rompen o se desgastan y las fibras se inhalan cuando son liberadas al entorno.

 

Las principales enfermedades asociadas a la exposición al amianto son: mesoteliomas, cáncer de pulmón y asbestosis.

 

El riesgo de que se presente una enfermedad asociada al amianto está relacionado con: la concentración de las fibras presentes en el aire, la duración de la exposición, la frecuencia de exposición, el tamaño de las fibras inhaladas y el tiempo transcurrido desde la exposición inicial.

 

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) ha clasificado a todas las fibras de amianto como “cancerígenas para los humanos”. No se conoce ningún nivel de exposición que no sea peligroso. Como los períodos de latencia de estas enfermedades son muy largos, muchas veces es difícil probar que la causa sea la exposición al amianto. Los factores más importantes para poder realizar un diagnóstico son la historia de exposición previa al amianto y la presencia de alteraciones radiológicas.